L’Empordanet. La cerveza elevada al nivel del cava
Tenemos por un lado un destino: la Costa Brava/Empordà con su gastronomía y restaurantes como protagonistas, por otro lado a Ferrán Adrià con una doble función actuando como figura mediática y como creador del concepto y por último, la marca de cervezas Damm.
Nos encantó este ejemplo de creación de un nuevo concepto de producto, más aún por su aplicación en nuestro sector: el Turismo. Todos ganan: La Costa Brava potenciando su posicionamiento de destino de calidad gastronómica y Damm presentando su nueva cerveza de lujo Damm Inedit como una bebida de nivel para acompañar la mejor gastronomía.
Uno de los aspectos que más nos apasionan del mundo del marketing turístico son los conceptos de productos y los posicionamientos. Repetidamente vemos y descubrimos ejemplos de destinos o marcas que funcionan muy bien, incluso en épocas de crisis o en destinos con problemas o respecto a otras marcas o empresas.
Los conceptos de producto son clave para tener claro quiénes somos, qué no somos y a quién nos dirigimos, por ejemplo. Esto nos debería ayudar a diferenciarnos claramente del resto de competidores y si hemos escogido bien, y somos consistentes, es probable que tengamos éxito o al menos, nos vaya mejor que al resto.
Pero a veces también sirven para reposicionar productos, orientarse a nuevos clientes o buscar nuevos usos o mercados. Y este es el caso que hoy nos ocupa hoy. Nosotros no nos dedicamos a las cervezas, nuestra especialidad es el turismo, pero nos gusta analizar casos de éxito de otros sectores, y más en este caso que tiene una relación directa con el turismo.
Históricamente, comer bien, se asociaba a la idea de hacerlo bebiendo un buen vino o una botella de cava (o champán). No es habitual disfrutar de una gastronomía de alto nivel tomando una cerveza (ya no digamos bebidas de cola u otras, pero esa es otra cuestión). Se “aceptaba” o se “acepta”, tomar unas tapas, una pizza o una fideuà con una cerveza, porqué no, pero no parecía adecuado hacerlo con una comida de “más nivel”.
Tal vez sea por cuestiones históricas, culturales o por tradición (el vino es mediterráneo, la cerveza proviene del norte de Europa). En cualquier caso, a estas alturas dónde casi todo se acepta y ya no existen barreras, ni tabús, tampoco pasaba nada si a alguien le apetecía tomar una cerveza con una caldereta de langosta o una zarzuela de pescado, por poner un par de ejemplos, pero la realidad es la que es, y no es lo habitual.
El reto para los expertos de marketing de Damm estaba servido: ¿Sería posible conseguir cambiar nuestros hábitos y tradiciones mediterráneas? En este punto, queremos recordar aquella frase tan simpática y cierta: “lo hizo porque no sabía que no se podía hacer”.
No sabemos hasta qué punto lo habrán conseguido, la cerveza se creó en el 2008, no tenemos datos de aceptación por parte de mercado, la campaña de “L’Empordà inèdit” es nueva de este verano, habrá que ver cuál es el resultado, pues lo que es seguro es que no será cosa de dos días, pero con lo que nos quedamos es con la magnífica idea y el atrevimiento que han tenido para presentar a una bebida como la cerveza como la alternativa del vino o el cava para acompañar la buena gastronomía de alto nivel.
¿Por qué no?
